El Coworking NO es una moda

Los tamagotchis, los tazos, las riñoneras… eso son modas. El Coworking no es un movimiento aislado, ni responde a una necesidad efímera. Los coworkers no están cortados todos por el mismo patrón, ni los profesionales proceden de sectores específicos. El Coworking es un nuevo capítulo en la historia del cómo trabaja el ser humano.  Un paso tras la granja, el taller, la fábrica, las grandes oficinas corporativas o el teletrabajo.

El mercado laboral está cambiando. En España la transformación está siendo más acelerada y brusca a causa de la crisis. La afirmación que hace unos años podía parecer irreal: “Al final todos seremos autónomos”, cada vez parece menos descabellada.

El video que oDesk lanzó hace varios años ya, daba claras pistas del entorno en el que nos encontramos hoy:

Coworking_Future_of_Work

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Si bien no afecta por igual a todos los sectores y tipos de empresas, estamos asistiendo a una transformación radical del modo en que las compañías atraen y contratan talento. Los tiempos también han cambiado, la permanencia del lado de una compañía está cada vez más acotada, ajustándose a la duración de proyectos concretos.

Muchas empresas han reformulado sus estructuras, buscando una mayor flexibilidad y mayor tolerancia a cambios del mercado. Los conflictos entre empleado y empleador comienzan a pasar a un segundo plano. Un gran número de profesionales se han encontrado, repentínamente, en un nuevo escenario donde la diferenciación es clave y la creación de red de contactos es algo básico.

En una situación donde la prescripción de otros profesionales es tan necesaria para seguir creciendo, un espacio coworking es el lugar perfecto para el desarrollo de colaboraciones, creación de equipos y referenciación. Trabajar desde casa ralentiza de tal modo este tipo de crecimiento que, el coste de hacer Coworking tarda poco en convertirse en una rentable inversión.

Este cambio de reglas y herramientas de juego dista mucho de ser algo transitorio,  por el contrario, parece tender a un mayor complejización sobre estas bases. La configuración de equipos multidisciplinares temporales, ajustados a proyectos finitos concretos; la aparición de nuevas estructuras de trabajo basadas en la independencia de sus partes; el crecimiento de la contratación del talento como un servicio (talent as a service)… todo ello configura un complejo mercado que, presumiblemente, no remitirá como si de una moda se tratara.

Por lo tanto, el Coworking, no es el fin sino un medio (uno más), que da y dará soporte a un nuevo panorama laboral apoyado en:

  • La flexibilidad
  • La rapidez
  • La globalización
  • Las redes de contactos
  • Y la excelencia

En resumen,  tanto si tu trabajo diario te permite llevarlo a cabo desde un espacio Coworking, como si estás pensando en crear un nuevo espacio, estarás apostando por un modelo de trabajo o de negocio de futuro.